.
.
.
Leí hace poco en el messenger de mi buena (y preciosa) amiga Bárbara la frase "¡Yo soy de Koeman!". Reconozco que no la entendí mucho. Koeman antes de su golpe autoridad en el vestuario no me había demostrado demasiado y estaba tomando una serie de decisiones técnico-tácticas ciertamente discutibles.
Pero como no me cuesta dinero voy a recular. Los valencianistas tenemos que entender que Koeman es ahora el único que puede sacar a este equipo adelante y para ello, tendrá el respaldo del club, tendrá el respaldo de los aficionados (si los resultados le acompañan un poco) pero ha de saber que no contará con el apoyo del entorno.
El holandés está siendo objeto de críticas desmesuradas a los escasos dos meses de la toma de posesión del banquillo che. Curiosamente le atacan por los flancos aquellos que, atrincherados en sus mentiras, decían que había que ser pacientes con Quique en su tercera temporada al mando del equipo; por aquellos que defenestraron a Carboni; por aquellos que machacaron a Llorente. Sí, todos aquellos que vivían muy cómodos en los tiempos de Quique y Albelda y a los que el escudo del Valencia C.F. les importa un pimiento.
Yo, tengo claro que es lo primero. El Valencia C.F. está muy por encima de Koeman, de Quique, de Albelda, de Soler y, como se ha demostrado, hasta del mítico estadio antes llamado Luis Casanova. Por el bien de mi equipo y cómo Bárbara: ¡Yo soy de Koeman!
Pero como no me cuesta dinero voy a recular. Los valencianistas tenemos que entender que Koeman es ahora el único que puede sacar a este equipo adelante y para ello, tendrá el respaldo del club, tendrá el respaldo de los aficionados (si los resultados le acompañan un poco) pero ha de saber que no contará con el apoyo del entorno.
El holandés está siendo objeto de críticas desmesuradas a los escasos dos meses de la toma de posesión del banquillo che. Curiosamente le atacan por los flancos aquellos que, atrincherados en sus mentiras, decían que había que ser pacientes con Quique en su tercera temporada al mando del equipo; por aquellos que defenestraron a Carboni; por aquellos que machacaron a Llorente. Sí, todos aquellos que vivían muy cómodos en los tiempos de Quique y Albelda y a los que el escudo del Valencia C.F. les importa un pimiento.
Yo, tengo claro que es lo primero. El Valencia C.F. está muy por encima de Koeman, de Quique, de Albelda, de Soler y, como se ha demostrado, hasta del mítico estadio antes llamado Luis Casanova. Por el bien de mi equipo y cómo Bárbara: ¡Yo soy de Koeman!
6 comentarios:
Yo apoyo los kateneos en consonancia con mi apoyo a las decisiones que quería tomar Carboni que eran justamente éstas.
Little
Muy de acuerdo con los escrito, creo que ahora mismo el único que puede hacernos salir del pozo es Koeman. No lo va a tener nada fácil, porque además de enfrentarse a los equipos rivales tb va a tener que lidiar continuamente con la campaña mediática.
Es probable que haya pensado: ¡Dónde me he metido! Con lo bien que se estaba en Holanda...
Y yo estoy contigo y con el Valencia. Los jugadores pasarán y al final sólo quedará el club y nosotros (lo que duremos).
Totalmente de acuerdo. Yo creo que el Valencia necesitaba un entrenador con la autoridad necesaria para tomar decisiones complicadas que nadie se atrevía. Confío en Koeman porque es un tio al que le está lloviendo de todo y está aguantando con dos cojones.
A mi me recuerda un poco a lo que hizo Capello con el Madrid, que venía de varios entrenadores bastante malos y que no le habían sido capaces de sacarle ningún rendimiento a la plantilla. Capello cogió a la plantilla, la alejó de la prensa y al final el Madrid, pese a no jugar bien, acabó siendo campeón gracias a la motivación que Capello supo implicar. Koeman me recuerda a ese tipo de entrenadores entre los que también esta, por ejemplo, Mourinho. La única diferencia es que creo que a Koeman le interesa más el jugar bien que el ganar a cualquier precio como es el caso de Capello o Mourinho. Un salut.
Por fin una opinión alejada del valencianismo rancio. El Valencia está por encima de cualquier jugador. Y si eso es lo que quiere inculcar Koeman, ¡yo también soy de Koeman!
Un saludo.
¡Viva la revolución Koeman!
Yo creo que no nos arrepentiremos y muchos tendrán que comerse sus palabras.
Publicar un comentario