Somos muy blanditos

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El Valencia c.f. cada vez me recuerda mas a ese amigo, que en tiempos mozos, era un fenómeno conociendo mujeres, las agasajaba, las invitaba a un par de copas, las invitaba a cenar, las presentaba a los amigos pero que nunca besó a ninguna. Cada día mas, ese es nuestro equipo. Tiene la posesión, la mueve, la toca, busca huecos, llega al área, pero no la mete. No sé, aunque aprecio a ese amigo, por su bien casi preferiría que se pareciese a otro amigo que tenía. Era bruto, pendenciero, trataba mal a las mujeres pero, a hora de meter, casi siempre metía. Y en el Valencia hay pocos jugadores con serenidad de cara a puerta. Del equipo inicial solo Villa y Mata pueden intimidar al rival en este aspecto. Silva, que nunca ha destacado por goleador, este año aun ha bajado su nivel al jugar mas lejos de la portería. Banega es un gran organizador pero nunca llega al area y Joaquín encarando al portero es ciertamente un jugador mediocre.

El sábado nos enfrentábamos a un gran equipo. Ernesto Valverde es uno de mis entrenadores preferidos y el Español ha sabido configurar un equipo con especialistas consolidados en cada una de las posiciones. Aunque suene extraño, es un equipo que utiliza a los centrales como centrales, al medio organizador como medio organizador y los extremos, atención, en realidad... ¡son extremos!

Sin embargo la potencia del rival no es excusa. Somos el Valencia y debemos salir al campo mas concentrados de lo que lo hicimos este sábado. No podemos dejar toda la temporada al único cable de salvación de la copa, porque en el torneo del KO, pese a estar a dos partidos del título, un mal día, una mala acción o una mala decisión arbitral y otra vez a llorar por lo que pudo ser.