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Los valencianistas tendemos a la división y a la fervorosa discusión sobre nuestra propia identidad. Es por eso que nos lo pasamos tan bien en los foros de internet. Ser Valencianista no es suficiente. ¿Que es un valencianista que no es aimarista, quiquista o albeldista? Nada mas que un esquirol a la causa que nos une: la capacidad de discutir. Discutimos con los del Barça, con los del Madrid, con los del Levante, con los del Villarreal, pero como somos así de socarrones y vamos así de sobrados tenemos que encontrar razones para polemizar entre nosotros. Es nuestra identidad.
Y para ello no es que necesitemos nuevos temas. Siempre encontraríamos uno del pasado, pero el último objeto de debate es la posibilidad de vender a David Villa. Ayer mientras el 7 de España (¿alguien escucho a los periodistas madrileños preguntar por Raul?) marcaba tres goles, los valencianistas discutíamos si se tenía que quedar o cuanto valía cada uno de esos goles en millones de euros para el Valencia.
Villa es un jugador extraordinario pero para que se quede en el Valencia todo pasa por una condición tan clara como simple: Que él quiera quedarse. Lo demás son gaitas. No voy a entrar a discutir milongas sobre si no ha estado implicado este año, si debemos evitar que nos pase como con el Kily al que no vendimos cuando pudimos ni si Villa será el mismo en otro equipo. Milongas. El único condicionante importante es si el jugador quiere quedarse y en el caso de que no, hay que hacerle entender que es el Valencia quien negocia y quien elegirá la oferta de entre cuantas traiga su representante.
Y mientras tanto ni caso a la prensa. Si Villa mantiene algo del nivel mostrado frente a Rusia, esto va a ser uno de los culebrones del verano.
Y para ello no es que necesitemos nuevos temas. Siempre encontraríamos uno del pasado, pero el último objeto de debate es la posibilidad de vender a David Villa. Ayer mientras el 7 de España (¿alguien escucho a los periodistas madrileños preguntar por Raul?) marcaba tres goles, los valencianistas discutíamos si se tenía que quedar o cuanto valía cada uno de esos goles en millones de euros para el Valencia.
Villa es un jugador extraordinario pero para que se quede en el Valencia todo pasa por una condición tan clara como simple: Que él quiera quedarse. Lo demás son gaitas. No voy a entrar a discutir milongas sobre si no ha estado implicado este año, si debemos evitar que nos pase como con el Kily al que no vendimos cuando pudimos ni si Villa será el mismo en otro equipo. Milongas. El único condicionante importante es si el jugador quiere quedarse y en el caso de que no, hay que hacerle entender que es el Valencia quien negocia y quien elegirá la oferta de entre cuantas traiga su representante.
Y mientras tanto ni caso a la prensa. Si Villa mantiene algo del nivel mostrado frente a Rusia, esto va a ser uno de los culebrones del verano.
1 comentario:
Pues sí hay que venderlo.
Little
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