Lunes 17 de noviembre: Son las 8 de la mañana y un hombre encorsetado en un elegante traje oscuro de marca reconocible, toma el café en el bar de enfrente de su oficina. Sentada junto a él, una bella señorita piensa en sus cosas. El grupo de becarios que trabajan en las oficinas de unos grandes almacenes los observan y se preguntan si esa chica tan guapa será la esposa del hombre importante, su amante o simplemente su secretaria. Secretamente admirarán a ese caballero, querrán ser como él. Tener sus éxitos y hasta sus fracasos. No saben ellos, que Juan, por ponerle un nombre al del traje caro, se ha levantado de muy mal humor. Sí, su empresa ha dado beneficios otra vez, su esposa le ama pero... ¡El Valencia perdió el sábado contra el Sporting! ¡Si es que siempre que pueden ponerse por delante la fastidian!
Domingo 7 de diciembre: Antonio se ha levantado como siempre a las 8 de la mañana. Debiera dormir mas y él lo sabe pero una vez alcanzada su edad el cuerpo ya no quiere dormir tanto. Antonio recuerda como hace no tantos años disfrutaba del reposo matinal en la cama. Justamente ahora que no tiene nada que hacer, que su pensión practicamente no alcanza a cubrar sus necesidades básicas, justo ahora... tiene todo el tiempo que no puede utilizar. El buen hombre deambula por la ciudad y reconoce una voz amiga que desde la puerta de una bar le llama. Es Horacio, el dueño del bar del barrio. A veces le ayuda a recoger los vasos y los platos de las mesas, hoy es dia de partido y el Horacio's Bar está lleno. Antonio deambulaba por el bar echando una mano, tomando alguna cerveza de gratis y mirando el fútbol que tanto le apasiona.
A las once y cuarto de la noche, en la pequeña pantalla se observa como Baraja lanza un pase largo perfecto a la espalda de la defensa blaugrana. Mata corre, es mas rápido y listo que su marcador, busca el espacio y bate a Valdes. Es el 0-1 y Antonio levanta los brazos sintiéndose grande. En el alboroto del gol, con expresión tranquila pero el puño cerrado en señal de victoria momentanea, Juan, uno de los clientes que había llegado tarde al partido en un imponente Mercedes, cruza la vista con él y se caen simpáticos porque ellos, los dos ,han sido Mata, los dos han visto ese hueco, han pensado que podían llegar, se han parado el balón con exquisita técnica y la han empujado con su alma hasta el fondo de las mallas.
Y es que a veces las cosas importantes, las que nos hacen sufrir, amar, disfrutar, reir o llorar, no son aquellas que nos dan de comer... Y está bien que así sea, la vida ya es demasiado dura en nuestro quehacer diario para dejar de darle importancia a aquellas cosas que la tienen. Y nuestras pasiones tienen importancia ¡Vaya si la tienen!
Domingo 7 de diciembre: Antonio se ha levantado como siempre a las 8 de la mañana. Debiera dormir mas y él lo sabe pero una vez alcanzada su edad el cuerpo ya no quiere dormir tanto. Antonio recuerda como hace no tantos años disfrutaba del reposo matinal en la cama. Justamente ahora que no tiene nada que hacer, que su pensión practicamente no alcanza a cubrar sus necesidades básicas, justo ahora... tiene todo el tiempo que no puede utilizar. El buen hombre deambula por la ciudad y reconoce una voz amiga que desde la puerta de una bar le llama. Es Horacio, el dueño del bar del barrio. A veces le ayuda a recoger los vasos y los platos de las mesas, hoy es dia de partido y el Horacio's Bar está lleno. Antonio deambulaba por el bar echando una mano, tomando alguna cerveza de gratis y mirando el fútbol que tanto le apasiona.
A las once y cuarto de la noche, en la pequeña pantalla se observa como Baraja lanza un pase largo perfecto a la espalda de la defensa blaugrana. Mata corre, es mas rápido y listo que su marcador, busca el espacio y bate a Valdes. Es el 0-1 y Antonio levanta los brazos sintiéndose grande. En el alboroto del gol, con expresión tranquila pero el puño cerrado en señal de victoria momentanea, Juan, uno de los clientes que había llegado tarde al partido en un imponente Mercedes, cruza la vista con él y se caen simpáticos porque ellos, los dos ,han sido Mata, los dos han visto ese hueco, han pensado que podían llegar, se han parado el balón con exquisita técnica y la han empujado con su alma hasta el fondo de las mallas.
Y es que a veces las cosas importantes, las que nos hacen sufrir, amar, disfrutar, reir o llorar, no son aquellas que nos dan de comer... Y está bien que así sea, la vida ya es demasiado dura en nuestro quehacer diario para dejar de darle importancia a aquellas cosas que la tienen. Y nuestras pasiones tienen importancia ¡Vaya si la tienen!
5 comentarios:
Joder, gran artículo Drakul, muy bueno.
jojojo ya podías haberle un puesto diferente a Juan... que seguro que en la siguiente jugada nos metemos gol en propia puerta por gafe :P:P
¡Ah! Pero ya se ha jugado el Barsa - Valencia? Joder con el Alzheimer...
Una duda ¿quién era "albeldista" y quién "antialbeldista"? Seguro que Juan era el "antialbeldista" :-P
Drakul, muy bueno. Felicidades
Im-presionante ;)
Muy bueno Drakul.
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