Mientras las tropas, famélicas y sin haber percibido el botín de sus anteriores victorias luchan contra el frío en tierras lejanas, en la corte se preparaba otra guerra, mucho mas violenta en el fondo pero refinada en las formas. Por los pasadizos de Palacio, se rumoreaba que el Rey había decidido fulminar al actual regente. Para ello, según alcahuetas, bufones y algunos pocos trovadores, un mensajero de una país lejano, un paladín, cabalgaba un blanco corcel. El Paladín traía consigo una carta que haría cambiar el rumbo de la historia. Y es que esta, es una historia de traición, de poder y de intrigas palaciegas. El vulgo espera impaciente que ese paladín traiga una buena nueva. Que con él, el Reino vuelva a recuperar las glorias pasadas, que sus tropas vuelva a conquistar la peninsula, a sembrar el miedo en el continente, a sentir en sus corazones el orgullo por el escudo que portan los pendones.
El Paladín dirige su corcel hacia el Palacio. Los peligros le acechan, los traidores conspiran y él es consciente de que en cualquier recodo del camino puede encontrar a mil enemigos emboscados, deseosos de que muera en el trayecto, de que no cumpla su misión. Sus enemigos son poderosos pero su espada está forjada en el mas duro de los aceros y está preparada para combatir si debiera.
Es decir, que mucho cuento es lo que hay ahora mismo en Valencia...
El Paladín dirige su corcel hacia el Palacio. Los peligros le acechan, los traidores conspiran y él es consciente de que en cualquier recodo del camino puede encontrar a mil enemigos emboscados, deseosos de que muera en el trayecto, de que no cumpla su misión. Sus enemigos son poderosos pero su espada está forjada en el mas duro de los aceros y está preparada para combatir si debiera.
Es decir, que mucho cuento es lo que hay ahora mismo en Valencia...
2 comentarios:
Grave problema amigo Sancho si la buena nueva viene de tierras lejanas a caballo y en letra gótica....
ay mare quin embolic
no entiendo nada, ¿alguien sabe que puede ocurrir mañana?
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