En el año 2003, el consejero delegado era Manuel Llorente, el hombre que ahora ha sido designado, no se sabe por quien, para sacar al Valencia del agujero que con él se inició. Roig, el único directivo del Valencia que advirtió a los aficionados que comprar acciones del Valencia era un buen negocio, las compraba a 600 euros. Llorente buscó a Soler como su Anti-Roig, con el apoyo, por cierto, del periodista Pedro Morata, diciendo que la familia Soler era la solución a los problemas económicos del Valencia.
En el 2004, Llorente, ya con Soler de Presidente, fue destituido y cobró por ello un buen finiquito, como todos los despedidos por Soler. Bajo el mandato del constructor, sus proyectos inmobiliarios nos han permitido vivir de prestamo hasta llegar al punto en el que estamos, en que nuestras garantías ya no valen el dinero que nos prestaron, mientras que el dinero prestado se ha despilfarrado en malas inversiones deportivas y finiquitos varios.
A partir de esto, de que sepamos donde estamos, este es el último artículo en este blog que habla del pasado de Llorente. A partir de ahora, su suerte es la nuestra, no hay pasado, solo futuro y esperemos que el futuro de Llorente en el Valencia esté repleto de éxitos y buenos resultados económicos y deportivos.
PD. Quiero dar desde aquí mis mas sinceras felicitaciones públicas a Eduardo Escartí, que con coherencia y un discurso bien planteado y clarificador fue la verdadera estrella de la asamblea.
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