¿Quien la pide?

Cuando Benitez marchó, dijo que en el Valencia se había acabado un ciclo para algunos jugadores. Cuatro años después, tras un un auténtico terremoto que ha movido las sillas de todos los cargos en la entidad, lo cierto es que ni Antonio López, ni Subirats, ni Carboni, ni Miguel Angel Ruiz han sido capaces de encontrar recambio para posiciones claves del equipo.

Una de ellas, más a nivel espiritual que táctico o técnico (dicen los argentinos que el fútbol es un estado de ánimo) es la falta del líder. ¿Quien pide el balón cuando vienen mal dadas? ¿Quien arenga a sus compañeros? ¿Quien abronca al que anda despistado?

Albelda que lo fue durante mucho tiempo, mientras luchaba por ser alguien en esto del fútbol, ha dejado de serlo. A Albelda le preocupa mas los que hacen los otros (el Presidente, el médico, el entrenador, el director deportivo...) que lo que puede hacer él mismo. Para él, un hombre que vive de su físico y su buen posicionamiento esto es una losa. Sin esa autoridad moral que le da el brazalete y su sentimiento valencianista, Albelda no es útil. Es por esto mismo que sus actuaciones con la selección superan ahora en mucho a las del Valencia. Allí es el discutido, el que aguanta la presión mediática, el tipo duro en el que se apoyan sus compañeros y todo eso le da una humildad en el terreno de juego que es lo que le hace grande. En Valencia perdió esa humildad al tiempo en que sus mechas se hacían mas rubias.

Ese líder no lo tenemos que comprar. Un nuevo del vestuario no podría hacerlo. Estoy seguro de que tanto Vicente como Silva pueden asumir ese rol. Hay que depositar ya los galones en el hombro del elegido.