Lo que puedo ser y no fue

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Hoy, tras la euforia de haber ganado dos partidos consecutivos. Después de que por fin los resultados empiecen a refrendar el buen hacer del equipo, no puedo mas que echar la vista atrás y, melancólicamente, observar lo que pudo ser el club este año y lo que dejó de ser.

Con un entrenador capaz desde la pretemporada. Con poder para hacer la necesitada limpia de vestuario, que apostara por la Juventud y sin diezmos que pagar a las vacas sagradas del vestuario. Un entrenador que hubiera trabajado codo con codo con su director deportivo en una única dirección.

¿Y los veteranos? ¿Que habría pasado si los veteranos hubieran contado con contratos por objetivos? ¿Habríamos llegado a la situación actual? ¿Porqué el único de ellos que sigue en el barco es el que renovó con Carboni?

Y es que veo la clasificación del pichichi en el calcio y veo que la lidera Trezeguet. Pero es que además veo que Tavano ya ha marcado 9 goles en el Livorno. Mas que Kaka, mas que Del Piero y por supuesto mas que nuestros delanteros. Tavano, en una reciente entrevista dijo no entender que el entrenador del Valencia le dijese tras su tercer entrenamiento que no contaba con él. Ni él, ni yo, ni nadie mas que algunos medios que se han empecinado en elevar a Quique Sánchez Flores a los altares que no merece.

Me cuentan que Carboni pidió a Soler que lo despidiese tras despreciar, a indicaciones del entrenador, un fenomenal acuerdo que había alcanzado con el delantero franco-argentino. No era para menos. Preferir pagar 3 millones de euros mas por Arizmendi que lo que se habría pagado por Trezeguet era un insulto a la inteligencia, al gusto futbolístico y una carta de despido en toda regla.